El día llegó, eran las 20:35 horas en punto, los gritos no se hicieron esperar, Vampire Weekend salió al escenario para dar inicio a su presentación.
En el fondo del escenario había un gran planeta Tierra que se encontraba justo en el centro, cuidadosamente acomodado para que se notará claramente México. Acto que nos permitió sentirnos identificados y queridos por el grupo. Además, el increíble juego de luces bien pensado para cada canción nos permitió disfrutar de un gran show. La banda abrió la noche con Mansard Roof que tuvo un gran recibimiento del público; seguida por Unbelievers, Bambina, Cape Cod Kwassa Kwassa, M79 y Finger Back.
Debo admitir que sentí como si nos transportáramos a una época donde disfrutar la música era lo más importante, estoy segura que muchos nos sentimos en los años 60, donde no importaba cómo bailaras mientras no dejaras de moverte, si estabas solo o acompañado, eso era lo de menos. mientras sonaban los neoyorquinos, todos éramos uno mismo. Sin duda, el baile iba de la mano con las pegajosas progresiones y fusiones de varios géneros musicales.
Me parece haber escuchado influencias de los Beatles, luego me perdieron en el género country, pero, cuando me di cuenta ya estaba bailando al ritmo del flamenco español de Sympathy. Me sentí como si estuviese en el escenario con un vestido rojo y mis castañas gritando "Olé", pero también me recordó a una versión más light de la canción 1978 interpretada por un grupo Japonés llamado The Babys. De cualquier modo, esta canción fue mi favorita de toda la noche. También pudimos disfrutar de la enérgica canción White Sky, así como de How Long y Unbearably White.
Las composiciones musicales de Vampire Weekend están muy bien logradas, pero el aplauso, sin duda, se lo llevó la gente que compró su boleto para disfrutar de ésta banda. Una audiencia que no paró de gritar, aplaudir y saltar incluso en un venue como el Teatro Metropólitan que incluye butacas; está demás decir que, estuvimos de pie todo el concierto.
Si algo amo de los conciertos y la industria de la música es llevarme estas bonitas sorpresas. Lo que me hizo más feliz desde el principio fue ver no solamente al tecladista de cabecera, Rostam Batmanglij, sino a una segunda tecladista. Si algo hemos de saber de música, es que resulta impensable no afinarte sin un piano o teclado; el que Vampire Weekend tenga dos músicos tocando ese instrumento me dice que se preocupan a detalle por sus melodías. Tal vez sea obvio, pero en esta época donde a veces vale más tener millones de reproducciones y ganar mucho dinero con producciones sencillas y muchísimo autotune, realmente es satisfactorio ver a un grupo que lo está haciendo muy bien en todos los sentidos.
Creo que su éxito va de la mano con su filosofía de volver a lo básico y adaptarlo para las nuevas generaciones con canciones como Step que llevan una base de canon en Re mayor (D Major) creada por Johann Pachelbel fusionándola hasta con un toque de Reggae. Éstas son las transgresiones musicales que me gustan (claro, siempre que paguen sus derechos de autor), son actos que agradecemos ya que crean melodías pegajosas pero, familiares. Aunque no sepas que es el canon, seguramente las has escuchado hasta en una boda y eso es lo mágico, retomar lo bueno de cada corriente musical y que la música pueda trascender.
La interacción con el público al ritmo de un pum pam pam chiquitu chá fue lo que me hizo seguir confirmando que la visión de estos jóvenes es conectar con su público y lo hacen excelente.
Entre otros temas que interpretaron se encuentran: Diplomat's Son con Jessica, Sunflower con el interlude de Stoneflower, Harmony Hall, Cousins, A-Punk, We Belong Together, Hannah Hunt, 2021, California English, Jerusalem, New York, Berlin, y por si no fuese suficiente, hubo encore; finalizando en show con Stranger, Late in the Evening (cover de Paul Simon) Ya Hey, Giving Up the Gun y Walcott.
Éste es el primer concierto de Vampire Weekend en la Ciudad de México, fue lindo ver de nuevo a Ezra Koenig (voz y guitarra), Chris Tomson (batería), Chris Baio (bajo) y al resto de los chicos. En mi humilde opinión, este show fue un éxito total.
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