“Gracias México”: Alan Parsons regresa con clase y grandes momentos en la Arena CDMX
- Oliver Jam
- 10 abr
- 3 Min. de lectura

El esperado concierto de Alan Parsons en la Arena CDMX comenzó puntualmente a las 9:00 p.m. con Standing on Higher Ground abriendo el telón de una noche cargada de éxitos y momentos memorables. La velada estuvo marcada por una atmósfera relajada, propia de los conciertos de un músico de la talla de Alan Parsons, quien, a sus 76 años, mostró su maestría tocando la guitarra y los teclados, aunque desde una plataforma elevada al fondo del escenario para hacerse más visible.
La audiencia, mayormente adulta y contemporánea de Alan Parsons, disfrutó del show de manera tranquila, aunque los momentos clave, como Time y La Sagrada Familia, provocaron la emoción generalizada. La gran sorpresa de la noche llegó cuando Aleks Syntek subió al escenario para cantar I Wouldn't Want to Be Like You, generando una gran reacción del público. El cantante principal, P.J. Olsson mantuvo al público entusiasmado, invitando a todos a aplaudir y corear las canciones junto con Todd Cooper quien además de tocar el saxofón excelentemente, también contribuye con percusión y voz intercambiándose con Olsson y Parsons; acompañados de Guy Erez, bajista, quién también participa en las voces, al igual que el baterista Danny Thompson y el guitarrista melódico, Dan Tracey.

Tras una pausa de 20 minutos, el concierto retomó a las 10:10 p.m con una cuenta regresiva en pantalla, lo que evidenció la puntualidad de la banda. El show continuó con One Note Symphony, en la que los solos de Jeff Kollman impresionaron a la audiencia. La emoción creció con Damned If I Do, Limelight y la interpretación de Prime Time, que fue un solo espectacular de Tom Brooks, el tecladista. En ese momento, Brooks también sorprendió al público al tocar Cielito Lindo, una pieza que los asistentes corearon con entusiasmo mientras la pantalla mostraba el mensaje “Gracias México”.

Las canciones Sirius y Eye in the Sky generaron una gran respuesta del público, que se entregó completamente a estos himnos de The Alan Parsons Project. Tras la despedida del compositor, entonaron una de las más esperadas por los conocedores, The System of Doctor Tarr and Professor Fothergill una canción del álbum Tales of Mystery and Imagination que dio pie al punto culminante de la noche cuando Aleks Syntek volvió al escenario para interpretar Games People Play, desatando la euforia en la Arena CDMX. La gente coreó “¡Oeeee, oee oee oee, Alan Alan!” y celebró el final de la noche queriendo más música. "Otra, otra, otra", se escuchó por ahí pero el fin había llegado.

Parsons, quien había estado en una plataforma elevada en el fondo del escenario, bajó al frente al final del show para despedirse. Con dificultades debido a su edad y el uso de un bastón, fue ovacionado por el público, que agradeció su presencia y su increíble legado musical. Los músicos hicieron una reverencia final, dejando claro el cariño y respeto que la audiencia sentía por ellos y viceversa. El concierto terminó a las 11:00 p.m, dejando una huella indeleble en todos los presentes mientras la pantalla de nuevo mostró las palabras, “Gracias México”.
La alineación que acompañó a Alan Parsons brilló por su calidad y versatilidad: P.J. Olsson destacó como vocalista principal; Todd Cooper, además del saxofón, aportó percusión y coros; Tom Brooks se lució en los teclados y voces; Guy Erez (bajo), Danny Thompson (batería) y Jeff Kollman (guitarra) también sumaron coros; mientras que Dan Tracey aportó guitarras y voz adicional.
En definitiva, una hora cuarenta minutos de concierto de Alan Parsons Live Project, fue una velada memorable para todos los presentes, con un repertorio bien equilibrado, una banda excepcional y una energía que nunca perdió su esencia, a pesar de los años. El público salió contento, sabiendo que, a pesar del paso del tiempo, Alan Parsons sigue siendo un referente en la música, y se espera que continúe compartiendo su arte con el mundo por muchos años más.

Calificación: 8/9. El rock progresivo de Alan Parsons sigue siendo fresco y accesible, y la experiencia fue, sin duda, una de esas noches que los fans del músico recordarán por mucho tiempo.
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