En estos días, donde el término Soñadores (Dreamers) es sinónimo de disputa, asociado a un acto político. Y Nueva York, donde parece estar el corazón latente de Dreamers, le da forma y el nombre al más reciente trabajo de colaboración entre la cantante mexicana, Magos Herrera (radicada en NYC), y el cuarteto de cuerdas Brooklyn Rider.
Los poetas y compositores celebrados en Dreamers vienen de lugares que han sufrido regímenes opresivos. Tal es el caso de la chilena Violeta Parra; los brasileños João Gilberto, Caetano Veloso, y Gilberto Gil; el argentino Gustavo “Cuchi” Leguizamón, y el poeta español García Lorca. El poeta, ensayista y Premio Nobel, Octavio Paz, renunció a su cargo de embajador de México en la India en 1968 en protesta por la violenta represión de las manifestaciones de estudiantes en su país.
«Primero que nada, éste es un álbum de increíbles canciones, bellísimas canciones», dijo Herrera. «Pero es una belleza con propósito. Los creadores representados en este proyecto, fueron afectados de maneras diferentes, pero lo que ha trascendido es su trabajo, y su trabajo representa el amor, amor por la humanidad, por la democracia y la inspiración para soñar. Es importante que recordemos que cada gran cambio en la historia ocurrió porque en primer lugar a alguien se le ocurrió soñarlo. Este proyecto es para inspirar a la gente a que continuemos soñando».
De hecho, para Colin Jacobsen, el violinista, compositor y arreglista en residencia del cuarteto, Dreamers es un recordatorio de que la belleza puede emerger de las situaciones más terribles. «Este año estamos celebrando el aniversario de Leonard Bernstein y creo que él dijo una de las grandes citas sobre el tema: 'Ésta será nuestra respuesta a la violencia: hacer música más intensamente, más maravillosamente, y con más devoción, como nunca antes'».
El disco, incluye verdaderas gemas del cancionero Iberoamericano, tales como: Volver a los 17; Coraçao Vagabundo (Corazón Vagabundo), Balderrama, así como musicalizaciones de textos de Octavio Paz, Rubén Darío y Federico García Lorca re-imaginados por un excepcional grupo de arreglistas que incluyen a Jaques Morelenbaum, Gonzalo Grau, Diego Schissi, Guillermo Klein y Colin Jacobsen (miembro de Brooklyn Rider).
Dreamers fue producido por Johnny Gandelsman, violinista de Brooklyn Rider, cuyos créditos como productor incluyen proyectos tales como Sing Me Home (2016), el disco de Yo-Yo Ma & The Silk Road Ensemble que ganó un Grammy; y la música del documental para televisión The Vietnam War dirigido por Ken Burns.
Herrera, quien después de estudiar en Los Ángeles y Boston se mudó a Nueva York en 2008, ha demostrado ser una intrépida cantante de jazz. Su actitud y talento la han llevado a involucrarse en fascinantes búsquedas. En estos últimos años lanzó un disco de jazz Distancia (2009), un tributo a los grandes compositores mexicanos de la época dorada de los años 30 y 40. México Azul (2011), para lanzar después, con una colaboración con el productor flamenco y guitarrista Javier Limón, Dawn (2014) y He For She (2016).
Por su parte. Brooklyn Rider — compuesto por Gandelsman, violín; Jacobsen, violín; Nicholas Cords, viola; y Michael Nicolas, chelo —, también han ido más allá de los límites de los géneros musicales como un elemento clave de su identidad como se escucha en su disco debut, Passport (2008), el cual incluyeron arreglos de música folklórica de Armenia; un arreglo de una canción del grupo mexicano de rock Café Tacuba y una composición de Jacobsen, y desde entonces han continuado expandiendo su repertorio que incluye obras de Philip Glass, Björk, Vijay Iyer y Elvis Costello. Igualmente, han colaborado con artistas líderes de géneros diversos tales como el intérprete de banjo Béla Fleck, la mezzo-soprano sueca Anne Sofie von Otter, el saxofonista de jazz Joshua Redman, el violinista irlandés Martin Hayes y el intérprete iraní de kamancheh Kayhan Kalhor.
«Esta es mi primera experiencia grabando con cuerdas, este no es cualquier cuarteto de cuerdas, es Brooklyn Rider», enfatizó orgullosa la cantante. «Ellos tocan juntos desde hace muchos años juntos y tienen una manera propia de trabajar. Para mí fue un salto a lo desconocido». Por su parte, Jacobsen añadió: «El trabajo con Magos ha sido muy colaborativo. Nosotros queríamos que este fuera un proyecto en el que había un espacio real para la voz de Magos, pero también para el cuarteto, de manera que no fuera un álbum de jazz en el que tienes cuerdas tocando de fondo, sino algo que está muy integrado».
El disco incluye tres poemas musicalizados por Herrera, dos de ellos, Niña y Dreams, escritos por Octavio Paz: éste último poema es un fragmento de una de sus obras más extraordinarias, El Cántaro Roto donde habla sobre la posibilidad de soñar. Magos relató: «Quería cantar Dreams en inglés porque es el centro de este álbum y quiero que todos lo entiendan». Siendo la tercera pieza compuesta por Herrera y Fabio Gouvea, Por cierto, Tú y Yo, el track 10 está basada en un poema del poeta nicaragüense Rubén Darío.
Respecto a la selección de arreglistas para cada tema Jacobsen explicó: «Queríamos arreglistas que realmente conocieran a Magos, la tradición vocal y el vocabulario del jazz, pero también el vocabulario de la música para cuarteto de cuerdas».
«El título de este disco tiene muchas lecturas”, — enfatizó la compositora —, «Pero la inspiración principal fue, obviamente, el escenario político de nuestro tiempo, pero no sólo en los Estados Unidos sino alrededor del mundo. Como una mujer mexicana y artista, quería cambiar la narrativa», — así mismo recalcó Magos, quien también es una vocera para la campaña de las Naciones Unidas (Únete Para Poner Fin a La Violencia Contra Las Mujeres). «Hay una narrativa que criminaliza inmigrantes y la inmigración; nosotros queríamos expresar la dignidad y la belleza de Iberoamérica». « »
Más allá de las discusiones sobre muros, inmigrantes, su historia y significado, quizás no haya mejor argumento en Dreamers que el poder de la música para trascender fronteras como el arreglo de Balderrama hecha por Colin. Una canción del folklore argentino, popularizada por la gran Mercedes Sosa, que celebra una peña, un restaurante, un bar y un lugar de reunión de poetas, escritores y músicos en la ciudad de Salta, en la provincia del mismo nombre en el noroeste de Argentina. A primera vista, aparenta ser un tema local — que hoy en día resulta ser universal —, de tal forma que el violinista también escucha en Balderrama, el segundo track del álbum, algo que refleja el espíritu de Dreamers.
El compositor nos platicó su experiencia cuando escuchó la canción por primera vez en la banda sonora de Ché, la película de Steven Soderbergh (sobre el revolucionario argentino Ernesto “Ché” Guevara). «Él usa Balderrama de una manera muy conmovedora como tema de cierre. Yo la escuché y tocó algo en mí. Me enamoré de esa canción. Entonces cuando tuvimos la primera conversación con Magos sobre este proyecto y ella mencionó: ‘Balderrama’ y yo dije: 'Si', inmediatamente, Le dije que necesitábamos hacer este proyecto, no por otra razón, sino por este bello tema y la oportunidad de escribir el arreglo». — Y el músico agregó en tono más serio —. «Codificada en esa canción hay algo pertinente a todo el proyecto. Aquí tenemos una celebración de Balderrama, un lugar donde músicos y poetas se juntan y un fuego arde por la belleza a través de la noche y la canción pregunta: '¿Dónde iremos a parar si se apaga Balderrama?' Es decir, si este lugar no existe más, si ese fuego creativo muere, entonces todo va a perecer. Siento que es una imagen bellísima para todo este proyecto», finalizó.
No te pierdas la presentación de Dreamers de Magos Herrera & Brooklyn Rider en Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la CDMX el miércoles 21 de noviembre a las 20:30 horas.
Adquiérelos por TicketMaster o en taquilla.
Costo:
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