Maravillosa velada ofreció Enrique Bunbury en el primer concierto de dos, en el Palacio de los Deportes, donde tocó sus hits y donde presentó su nuevo álbum, Expectativas.
Unas 18 mil almas fueron testigos del inicio de este gran espectáculo en México cuando el reloj marcó las 20:45 horas del jueves. Ante el grito constante de los fans y no tan fans que al unísono, expresaban: «¡Enrique! ¡Enrique! ¡Enrique!».
La arena estuvo al borde de la explosión al escuchar los primeros acordes de La ceremonia de la confusión, y la aparición de Bunbury vistiendo su impecable traje blanco con una X roja en su espalda de Ex Tour 17/18, acompañado de su magnífica banda de músicos, Los Santos Inocentes, que junto con su clásico look, lentes oscuros y sus movimientos que lo caracterizan, cautivó a más de uno o una.
«¡Wow, México!» — expresó muy contento el músico al terminar su primer tema de la noche —. «¡Qué maravilla verles las caras de nuevo; es un increíble placer estar con ustedes ésta noche en el Palacio de los Deportes en la Ciudad de México!» Frente una audiencia completamente lista para entregarse. — Bunbury añadió —: «Venimos con canciones nuevas con un disco que se llama Expectativas. Queremos presentarles algunas canciones del álbum y también, como no, les vamos a hacer un pequeño viaje a través de todas las eras» — y continuó diciendo —, «esperamos que el repertorio que hemos seleccionado para ustedes esta noche, de verdad, sea de su agrado». La locura de los asistentes siguió su curso, gritando todo el concierto, entre canciones: «¡Enrique! ¡Enrique!» Gozando y cantando temas como La actitud correcta, Los Inmortales, Cuna de Caín, Porque las cosas cambian, El anzuelo y Parecemos tontos, donde todos los fans hicieron oír su voz cantando a todo pulmón. «...En noche cerrada entran todas las moscas y nos bañamos en el mar, la mar de bien. Mas allá donde no alcanza la vista llagaban mis expectativas. Un tejido de elucubraciones de teorías, en universal galimatías marionetas de agua a la deriva bailando a lomos de oleajes de surf. No conseguirán engañarnos a todos aunque a veces parecemos tontos no conseguirán engañarnos a todos, a todos no…».
Posteriormente la banda tocó Tesoro de la era con los Héroes del Silencio con un asombroso solo de sax a cargo de Santi del Campo. Enseguida ejecutaron clásicos como El rescate del álbum El viaje a ninguna parte (2004) y la rolota, Despierta del disco Palosanto (2013). Ahí fue el momento donde Enrique se despojó de su saco, modelando su chaleco blanco; refrescando así sus dibujados brazos. El cantante estuvo completamente conmovido por la respuesta del público, agradeciendo vez tras vez y más aún, cuando todo el Palacio de los Rebotes coreaba los highlights de las canciones en una entrega tal que podías ver hombres con los ojos húmedos por la emoción y rojos por las cervezas. El hombre delgado que no flaqueará jamás. Canción, cuyo título o frase, le trajo a Bunbury broncas tontas y quizá hasta legales con la familia del poeta Pedro Casariego acusándolo de plagio hace diez años. Con todo, esta canción y su poderoso solo de guitarra de Álvaro Suite contagió a la audiencia que se extendió por todo el interior del Domo del Cobre.
Tras Hay muy poca gente, y la coreadísima, Más alto que nosotros sólo el cielo, el compositor introdujo una rola «desde tiempos prehistóricos»: Héroe de leyenda (Héroes del Silencio)
Al terminar, el artista comentó: «Creo que este año 2018 tienen ustedes elecciones generales; ¿No es así? ¿Van a elegir nuevo presidente?» — preguntó a la audiencia. Ante su desconcierto, Bunbury añadió—: «parece que hay una ley que impide que los extranjeros nos pronunciemos sobre asuntos nacionales. No voy ni una sola palabra, déjenme canto una canción», entonces interpretó En Bandeja de Plata, canción incluida en su nuevo disco Expectativas que en parte dice: «Parece que si hay que elegir, dejar en las manos responsabilidad; pudiendo escoger entre dos o tres, preferimos al más subnormal. Nada ocurre por casualidad. No puede un retrasado mental estar al frente de todo…».
Casi de inmediato, se presento el éxito Mar adentro de Héroes del Silencio, con estupendos arreglos de Jorge “Rebe” Rebenaque y su Hammond tocando enseguida De todo el mundo; del álbum Las consecuencias (2010). Una vez terminada la balada y de presentar a Los Santos Inocentes, se despidió levantando aún más los ánimos del público con el hit: Maldito Duende.
Era evidente que habían preparado un encore, pues no habían pasado ni dos horas desde el inicio el show. Cerca de las 22:30 horas, la desenfrenada audiencia no sólo gritaba el nombre del intérprete, sino que comenzaron a golpear el suelo con sus pies, haciendo vibrar el lugar. Al pasar un par de minutos de nítido ruido, el cantautor regresó con una mascada roja y un sombrero café y después de agradecer, tomó el micrófono y dijo muy contento: «No sé si quieren que toquemos un poquito más, no sé si tienen cosas que hacer; esperamos que les gusten las siguientes canciones».
Frente al estruendoso público, De mayor, fue el primer tema del encore, así como El extraño e Infinito que fueron grabados para el álbum Pequeño (1999), cuya interpretación en vivo hizo vibrar al fan más exigente. Con todo, el domo se volcó al escuchar Sí. En ese momento todos se pusieron de pie sin dudarlo más; en una explosión de energía. Expectantes sobre cuál éxito tocaría el multinstrumentista, fuimos sorprendidos con Lady Blue del disco Flamingos (2002), cuya canción definitivamente se escuchó como si fuese el final del concierto. Mientras que Enrique agradeció fervientemente exclamó «No se olviden de nosotros».
Unos minutos después tras el bullicio de excitación, y de haber hecho vibrar el piso, otra vez, dio inicio el segundo encore con una petición especial de Bunbury: «No sé si puedan ayudarnos con esta canción prendiendo sus celulares» Y justamente así fue como comenzó: La Constante. El track # 10 de Expectativas, con un domo lleno de luces, moviendo los brazos de un lado hacia otro, lo que marcaría el cierre total del concierto; momento en el que el cantante nombró de nuevo a sus músicos, a él mismo y despidiéndose complementó con un: «Hasta siempre».
Setlist
La ceremonia de la confusión
La actitud correcta
Los Inmortales
Cuna de Caín
Porque las cosas cambian
El anzuelo
Parecemos tontos
Tesoro
El rescate
Despierta
El hombre delgado que no flaqueará jamás
Hay muy poca gente
Más alto que nosotros sólo el cielo
Héroe de leyenda
En bandeja de plata
Mar adentro
De todo el mundo
Maldito duende
Encore:
De mayor
El extranjero
Infinito
Sí
Lady Blue
Encore 2:
La constante