En el mundo actual, lleno de profundos contrastes, maneras de pensar distintas, gustos diversos, pero no sólo eso, la diferencia es tal, que hasta los parámetros se han roto. Al grado de que lo bonito y lo feo, lo bueno y lo malo depende del punto de vista de cada quién. La distinción entre la verdad y la mentira van por ese camino. Muchos hablan de la verdad relativa y las mentiras de “colores”; y la divergencia entre la justicia y el derecho. Todo ha llegado a ser ambiguo y se resume en cuestiones de poder y de gustos. En cuanto a las artes y lo abstracto de éstas, no hay mucho que decir, puesto que si te gusta el reggaetón, sigue siendo uno de los problemas menos serios de la humanidad contemporánea.
Natural, que su esencia hable.
Ante los coetáneos desafíos y tajantes cambios, es alentador encontrar buenísimas bandas que a pesar de los años siguen luchando por trascender en la escena, buscando nuevos espacios para compartir magnifica música y no menos importante, sus sueños y un enorme pedazo de su corazón. Bajo este panorama nos aventuramos en saber que había sucedido con Mink después de entrevistarlos en 2010 mientras promocionaban su ep y se disponían a lanzar Camino (2011-2012), su álbum debut.
Camino.
Recordando aquellos tiempos, Carol Villagrán nos platicó con nostalgia: «¡Hace mucho de eso! Fue para nosotros un parteaguas en nuestro “Camino”. La gente lo recibió muy bien — a nuestra escala como músicos independientes —, más underground que otra cosa. Estamos muy orgullosos de ese disco, fueron nuestras primeras experiencias, las mías a nivel autoral. Realmente tenía mucho que decir en esa época». Por su parte, Alejandro Sánchez añadió: «La verdad es que sólo puedo decir cosas buenas. Tuvimos experiencias que van más allá de lo musical. Pienso que fue un aprendizaje o enriquecimiento que Camino nos dejó; fue consolidar a la gente que estuvo cerca de nosotros, agregar otras al equipo y todo aquello a la par de lo musical. No sólo ha hecho crecer al proyecto sino a nosotros como seres humanos. Eso es algo que no tiene precio y creo que somos afortunados y exitosos». En ese periodo de promoción se integró Adrián Paz (bajo), se volvió a unir Uriel Herrera (batería), Marco a secas, un tecladista que anduvo por ahí un rato y al final, también hizo su aparición, Alfredo Larraguível, el Hobbit (Hobbit & Vini Dúo en los teclados).
Tras diez años de Mink, equiparando su proyección relativa de manera masiva; Adrián está convencido de que el tiempo es sabio, y que las cosas pasan cuando tienen que pasar. «Me impactó mucho cuando fue la presentación de Camino; fue un martes en la noche y el foro estaba abarrotado y fue algo realmente sorprendente. Si bien ahora no tenemos el jale de Paul McCartney — y ni lo pretendemos tampoco —, si vemos unas orejas dispuestas a escucharnos, ¡pues vamos a darle!», exclamó optimista. Adicionalmente la cantautora confesó: «En esta etapa éramos inocentes, emocionados por sacar el álbum y nos creamos grandes expectativas y muy rápidamente. Pero de pronto te das cuenta que lo único que puedes controlar como músico es eso, tu música; cuando los discos finalmente son publicados, ya no depende de ti, puesto que hay gente externa como los managers que te dicen, “vamos a sacar el disco acá o allá” y tú no sabes cómo y por qué es así. Así que nos dejamos llevar por eso y se dio uno que otro tropiezo que te llega a desanimar».
Natural.
Después de una pequeña gira de medios y tocar en ciudades como Acapulco, Tabasco y desde luego la Ciudad de México la banda comenzó a crear; tomándose el tiempo necesario y desarrollando su nuevo proyecto de forma paulatina en un lapso de tres años, escribiendo, componiendo y grabando en el conocido Sonic Ranch de Tornillo, Texas. «Aunque el proceso pudiese ser algo largo para algunos, realmente para nosotros ha sido necesario», — cuenta Villagrán —, «es cierto, en seis meses puedes producir y grabar un disco y sacarlo a los ocho meses después del anterior; cada banda se toma su tiempo y ese fue el periodo que nos tocó a nosotros. Vas madurando y entendiendo otras cosas. Cómo es la jugada en la industria de la música, por ejemplo, Con Natural tenemos otras expectativas, tenemos que soltarlo y permitirle que vaya abriéndose brecha y que la gente lo vaya recibiendo, después de todo ellos son la parte más importante de lanzar un disco». — Y el guitarrista acotó —. «Yo lo llamaría, liberar al grupo de la presión o liberar al disco de sí mismo. Simplemente queremos hacer lo que queramos y aunque quizá algunos nos llamen locos, quizá ellos mismos son los que han llevado a la música a ésta crisis».
Su segundo lp cuenta con doce tracks, producido por Alex con colaboraciones de Héctor Carreón (Las Chamanas) en la asistencia de producción y de Hernan Hecht (X-pression Quartet, The Swing Machine, Drop Dogs, Brainkiller, Cráneo de Jade, HH Gru-B Project, Ely Guerra, Sho Trío y Mole Quartet) mezclando las primeras rolas del disco como son: Mente Criminal, En Tus Ojos y Frío cuyo single fue lanzado junto con el videoclip en junio de 2015. Mink pudo rodearse de la gente que compartía su vibra y sensibilidad en la frecuencia correcta que la banda estaba buscando.
El Malinchismo y la crisis de la música nacional.
Es innegable que la calidad de una banda se hace patente sobre el escenario, tocando en vivo y nuestro país es uno de los más prolíficos y más en el terreno independiente. Hay tantas propuestas excelentes e interesantes que sólo están esperando ser vistas y a precios regalados; ante tal crisis, el productor reclamó indignado. «Cuando vienen los Rolling Stones se gastan $8,000, pero cuando a algunos les gusta Mink, bajan el disco gratis y si tocamos en el Imperial, ¡No van! Están construyendo el futuro para nosotros y otras bandas que no apoyan. Luego nos dicen: “¿Por qué no sacan otro disco?” ¡Cabrón! Si cuando vienen bandas de otro lado te gastas $8,000 pero, cuando nosotros tocamos quieren que les regalemos el boleto…». Mientras Sánchez expresaba su punto de vista, el bajista se unió a la misma idea, manifestándose abiertamente: « ¡Somos re malinchistas! Hace poco, Adele estuvo en los primeros lugares de spotify, Itunes y otras plataformas excepto a nivel mundial pero en Argentina, Luis Spinetta estaba en primer lugar de las listas. También por eso los argentinos son grandes en la música, porque esos weyes escuchan y consumen lo suyo. En cambio aquí te puedes gastar hasta $15,000 por ver a Mick Jagger en primera fila pero no te gastas ni $100 por ver tocar a tu cuate que igual, tiene una propuesta chida».
Como parte de los empleos adicionales que cada integrante tiene para vivir; Alex compone música para programas de televisión y nos compartió que hay personas que gustan de ciertas canciones que se escuchan en las transmisiones y algunas veces le piden que se las comparta. <<Yo les digo “¿Por qué no la compras?” Y me responden: “Yo no voy a gastar $15.00”. Osea, ¿cómo funciona la mente de esa persona? Sino apoyas a las bandas que te gustan, en cinco años no van a existir. Debemos ser congruentes, ¿quieres que haya rock? ¡Consúmelo, ve a conciertos!>>. — Por consiguiente, Paz adjuntó de forma enérgica —: <<Si ya te chingaste la rola; ¡está bien! pero ve a un concierto, apoya de alguna manera a las bandas que te gustan>>,
En nuestro primitivo mundo al revés. No deberíamos orillar a la industria de la música en sus múltiples formas a la extinción, más bien, tendríamos que sumarnos para coadyuvar en el propósito opuesto; asistiendo a las tocadas, comprando sus discos o compartiendo sus vídeos en las redes sociales al menos, Si realmente deseamos que sigan naciendo y prolongándose propuestas nacionales, debemos consumir de manera local. ¿No es esto coherente, apropiado y natural?
Natalia Lafourcade, Ximena Sariñana y, ¿Carol Villagrán?
Por otra parte y fiel a la costumbre, no me aguanté de preguntarle a la cantante sobre las comparaciones que hacen algunos respecto a su forma de cantar e interpretar con Natalia Lafourcade y Ximena Sariñana; a lo que respondió sin pensarlo dos veces: <<¡No opino nada! En algún momento de la vida estudiamos juntas, escuchamos el mismo tipo de música y eso ha influenciado en ellas, en mí y seguramente en muchísimas otras chicas. Me gusta mucho el jazz y usar ciertas infecciones o intervalos en la voz que son clave en ese género; me fascina usarlos y cómo se aprecia en mi voz. Todo depende del tipo de música que te guste. Aquí es normal que existan comparaciones con Natalia o Ximena porque son más conocidas y tienen un background masivo. Quizá en Londres me compararían con Lily Allen, todo depende de la parte del mundo donde estés y lo que escuches>>. — Y remató —: <<No es algo que me moleste al contrario, me siento alagada porque son mis amigas y me gusta lo que hacen y las admiro como grandes músicos que son. Pero yo no voy a cambiar mi forma de cantar, así es mi voz, es mi instrumento, así lo hago y así me gusta. Que cada quien opine lo que quiera pero, quien quita y ellas son las que se parecen a mí>>. (Risas).
Ya está disponible su segundo single, Natural en todas las tiendas digitales y servicios de streaming de tu preferencia. Muy pronto el álbum completo. ◘
Entérate en nuestra video entrevista sobre el proceso creativo de Natural y otras cosas curiosas. Además, disfruta de un acoustic performance tocando algunas canciones de su nuevo disco. Sólo por WEIRD.
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